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Steve Maraboli
Atrevete a ser
Al comienzo de un nuevo día, atrévete a sonreír agradecidamente.
Cuando hay oscuridad, atrévete de ser el primero en resplandecer la luz.
Cuando hay injusticia, atrévete de ser el primero en condenarla.
Cuando hay algo que parezca difícil, atrévete a hacerlo de todas maneras.
Cuando la vida parezca aporrearte, atrévete a seguir luchando.
Cuando parezca que no hay esperanza, atrévete a encontrar alguna.
Cuando te sientas cansado, atrévete a seguir adelante.
Cuando hay tiempos duros, atrévete ser mas duro.
Cuando el amor te hiere, atrévete a amar de nuevo.
Cuando alguien está lastimado, atrévete a ayudarlos a sanar.
Cuando otro esté perdido, atrévete a ayudarles a encontrar el camino.
Cuando un amigo tenga una caída, atrévete de ser el primero en extender la mano.
Cuando te cruces en el camino con otros, atrévete a hacerlos sonreír.
Cuando te sientas grandioso, atrévete a ayudarle a alguien sentirse grandioso también.
Cuando el día haya terminado, atrévete a sentirte como si hubieras hecho lo mejor.
Atrévete a ser el mejor que puedas;
Todo el tiempo, atrévete a ser.
Por: Deanna Thomas
(Santiago 2:23)
Quiero que en mi vida se vea,
Quiero que Cristo mi Salvador sea,
Que todos los días Su Palabra yo lea
Quiero ser el amigo de Dios.
Quiero en Él por siempre confiar,
De Su santo camino jamás desviar,
Acercarme a Él que no ha de cambiar
Quiero ser el amigo de Dios.
Quiero sentir por dentro Su fuego,
No quiero de la iglesia jugar más el juego
,Su voluntad haré con gozo muy luego
Quiero ser el amigo de Dios.
Quiero que de mí esté agradado,
No volveré a lo que le he prometido y dado,
Pues ya puse mi mano al eterno arado
Quiero ser el amigo de Dios.
Yo quiero seguirle en noche oscura,
Conocerle mejor en la prueba más dura,
Sentir y conocer Su gran ternura
Quiero ser el amigo de Dios.
Conozco ahora la inmensidad
De Su constante amor y fiel bondad;
Me gozaré cuando pueda en honestidadDecir:
"Yo soy el amigo de Dios".
Autor: Anonimo Poema: Oh, Gran Espiritu!
Oh, gran Espiritu, cuya voz escucho en los vientos, y cuyo aliento
da vida al mundo, escuchame!
Yo me acerco a ti, como uno de tus muchos hijos. Yo soy pequeno y
debil; yo necesito de tu sabiduria y tu fuerza!
Haz que yo me transforme en hermosura, y que mis ojos contemplen siempre, el
arrebol del sol que declina.
Haz que mis manos, honren las cosas que tu has hecho, y que mis oidos
escuchen tu voz.
Doname sabiduria, para que pueda entender, las cosas que tu has ensenado
a mi pueblo, y que has ocultado en cada hoja y en cada roca.
No busco fuerza, para ser superior a mis hermanos, sino para conbatir
mi peor enemigo, yo mismo.
Hazme siempre dispuesto a llegar a ti, con manos puras y corazon recto, para
que mi espiritu pueda llegar a ti, sin avergonzarse, cuando llega el dia, de mi vida como el sol en su ocaso.
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Por: Xinia de Dueck
Quien como tu?
Quien como tu, oh gran Dios,
que cuando el hombre peco en el Eden,
no lo despeciastes de su estado,
sabiendo tu, que por su desobediencia,
al dolor y la muerte estaba destinado?
Tu gran corazon rebosando de amor,
hizo que con ternura lo buscases,
Y con voz amable y dulce lo llamaste.
Tiernamente lo reprendiste por su pecado,
mas con gran misericordia lo consolaste,
y por tu inmensa bondad, lo cubriste.
Pero, no termino alli la prueba de tu amor,
sino que sacrificaste a tu Hijo en el Calvario.
Dejando en el cielo un hogar celestial,
y sufriendo los desprecios y maltratos,
llevo sobre sus hombros nuestro pecado,
para traer al hombre paz y vida eterna.
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Por: Ruth de Nisly
Vaso de alabastro
Una mujer de Betania,
llorando llego al Senor,
y trayendole lo mas precioso,
lo vertio a sus pies por amor.
Trajo su vaso de alabastro
ante los pies de Jesus,
derramo su tesoro sobre el Maestro,
trajo su todo a la cruz.
Tambien nosotros tenemos,
tesoros muy dentro del ser,
y por miedo de perderlos todos,
los queremos negar y esconder.
Traiga tu vaso de alastro,
ponlo a los pies de Jesus,
Derrama tu vida sobre el Maestro,
rindete frente a la cruz.
Jesus espera, invitando,
si traes tu dodo al altar,
yo en vez de tus muchos tesoros,
mas riquezas te quiero entregar.
Traigo mi vaso de alabastro,
ante los pies de Jesus,
derramo mi vida sobre el Maestro,
traigo mi todo a la cruz.
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